Comercio de derechos de emisión: cómo ahorran las empresas en pagos compensatorios por CO2

Emissionshandel:

escrito por

Compartir

Reducir las emisiones nocivas de gases de efecto invernadero es uno de los medios más importantes para frenar el cambio climático. La industria, en particular, debe dejar de quemar combustibles fósiles y pasarse a las energías renovables. Tanto en la UE como en Alemania, la clase política se centra en el principio del comercio de derechos de emisión con este fin. Esto significa que cualquiera que emita CO2 debe pagar por ello adquiriendo los certificados correspondientes. A la inversa, para las empresas esto significa que reducir las emisiones de CO2 puede contribuir directamente a ahorrar costes.

Comercio de derechos de emisión: definición e impacto

El comercio de derechos de emisión es un instrumento de mercado para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. El objetivo es limitar las emisiones globales para combatir el cambio climático. En el proceso, los políticos establecieron un límite superior para las emisiones máximas permitidas. Los derechos de emisión se distribuyen o subastan entre las empresas de acuerdo con este límite, autorizando a los titulares de estos derechos a emitir una cantidad determinada de emisiones. La opción de vender certificados a otras empresas si se producen menos emisiones de las previstas abre la oportunidad de obtener ingresos adicionales. El objetivo es hacer rentable la protección climática. Por tanto, el comercio de derechos de emisión fomenta una reducción rentable de las emisiones y las inversiones en tecnologías innovadoras para reducir las emisiones de CO2. Otro aspecto positivo es que los ingresos de las subastas se canalizan hacia medidas de protección del clima o compensaciones sociales.

¿Qué es el comercio europeo de derechos de emisión?

En la UE, el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (RCDE) se puso en marcha en 2005. Esto lo convierte en el mayor y más antiguo sistema de comercio de emisiones de gases de efecto invernadero del mundo. El régimen europeo de comercio de derechos de emisión incluye a empresas de los 27 Estados miembros de la UE, así como de Islandia, Liechtenstein y Noruega, las cuales deben presentar un certificado por cada tonelada de CO2 emitida. El sistema funciona según el principio de comercio de derechos de emisión con fijación previa de límites máximos: la UE establece un límite superior (tope) para el total de emisiones permitidas, que se reduce gradualmente a lo largo de los años para alcanzar los objetivos de emisiones fijados. Las empresas afectadas reciben o adquieren certificados de emisiones en subasta, que pueden intercambiar según sus necesidades. Las empresas deben pagar sanciones por las emisiones que superen la cantidad de los certificados de CO2 que hayan adquirido.

Críticas al comercio de derechos de emisión

Según los expertos, el principio del comercio de derechos de emisión es uno de los instrumentos más importantes para alcanzar los objetivos climáticos. Sin embargo, durante mucho tiempo ha habido críticas, sobre todo al comercio europeo de derechos de emisión. El problema es que, durante muchos años, había demasiados certificados de CO2 en el mercado por diversas razones. Como consecuencia, los precios cayeron tan bruscamente que a las empresas les resultaba más barato comprar certificados que invertir en medidas para reducir las emisiones. Por ello, en los últimos años la UE ha realizado ajustes y ha aprobado una reforma del actual régimen de comercio de derechos de emisión en 2023, por la que el tope de emisiones disminuirá más rápidamente. Además, se decidió que gradualmente se expedirían menos certificados gratuitos a las empresas.

Métodos y tecnologías para evitar las emisiones de CO2

Ante estas normativas más estrictas, el comercio de derechos de emisión representa un incentivo financiero nada desdeñable para que las empresas reduzcan su consumo de combustibles fósiles y los sustituyan por completo a largo plazo. Para ello, disponen de diversos métodos y tecnologías.

Electrificación con energías renovables

Electrificar sus procesos con energías renovables ofrece a las empresas una prometedora oportunidad de reducir significativamente sus emisiones de CO2. El uso de energía eólica o solar garantiza que la electricidad necesaria se genere de forma respetuosa con el clima. Además, al instalar sus propios sistemas de energía renovable, como sistemas fotovoltaicos en las instalaciones de la empresa, las empresas pueden reducir sus costes energéticos a largo plazo y garantizarse un suministro de energía fiable y sostenible. 

Aumentar la eficiencia energética

Una de las medidas más eficaces para reducir las emisiones de CO2 es invertir en tecnologías eficientes desde el punto de vista energético, ya que la energía que no se consume no genera emisiones. Invertir en instalaciones de producción modernas que consuman menos energía y, por tanto, reduzcan las emisiones de CO2, así como en tecnologías innovadoras, puede contribuir a ahorrar costes a largo plazo.

El almacenamiento de energía como tecnología clave

Estas tecnologías innovadoras incluyen sistemas modernos de almacenamiento de energía, como la ThermalBattery™ de ENERGYNEST. Mediante el uso de soluciones de almacenamiento de energía, las empresas logran optimizar el uso eficiente de las energías renovables y reducir aún más su dependencia de los combustibles fósiles. Los sistemas de almacenamiento de energía permiten almacenar la energía sobrante procedente de fuentes renovables, como la solar y la eólica, y recurrir a ella cuando sea necesario. De este modo, se garantiza un suministro estable de energía y se minimiza el uso de sistemas auxiliares que emiten muchas emisiones. 

Últimas noticias

Los PPA ofrecen a las empresas precios de la electricidad estables y, en muchos casos, más rentables, así como una mejora de su propio balance de emisiones sin tener que invertir en la construcción de centrales de energías renovables por sí mismas. En combinación con sistemas de almacenamiento térmico, esta energía puede utilizarse de forma aún más eficiente y flexible.

La industria farmacéutica contribuye significativamente a las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. A ello se añade el aumento de los precios de los combustibles fósiles. Las soluciones energéticas innovadoras son un factor importante para resolver estos problemas y hacer de España un lugar más atractivo para la industria farmacéutica.

En el marco del comercio de derechos de emisión, las empresas pueden ahorrarse costes directamente reduciendo sus emisiones de CO2: esto es posible porque, cuanto menos CO2 se emita, menos certificados de CO2 necesitará una empresa. Le contamos toda la información al respecto.